Imagen promocional del espectáculo.
Encanto y objetos cotidianos
El salmantino Fernando Saldaña estrena su nuevo espectáculo, 'El armario de Mario', en el Espacio Almargen. Ha sido diseñado según los cánones de las sesiones de magia de cerca.
Cuenta su biografía que Fernando Saldaña nació en Salamanca en el último año del reinado del omnipotente Kennedy. “Sin embargo, por algún estúpido error de protocolo, el mandatario no fue avisado de su alumbramiento, por lo que Saldaña no fue llamado a ocupar los grandes designios que el futuro reservaba para él”. Así, tuvo que conformarse con vivir del sudor de su frente, algo de lo que nunca se ha arrepentido. Desde entonces viaja por el mundo arrastrando una pesada maleta repleta de imaginación y fantasía. Fernando es cuentacuentos, mago, actor, director de teatro, director de la Escuela de Circo Santiago Uno, humorista gráfico, ha trabajado en la radio y televisiones locales... “Pero lo que más le gusta es contar historias, como la de Mario II, el vagabundo, el rey de un país pequeño, muy pequeño”. La próxima historia la contará en el Espacio Almargen (frente al DA2, mañana, sábado, día 22; el primer pase, a partir de las 18 horas, está completo, pero ofrecerá una segunda sesión, a las 20 horas. Los interesados pueden reservasr entradas en este espacioo).
Un día, se produjeron un robo y varios asesinatos. Mario no pudo soportarlo y dimitió. Entonces, se dedicó a viajar por el mundo con un armario de juguete cargado de objetos pequeños que le ayudaban a contar las historias de su vida y de su reino. Hace tiempo, Mario re gresó a su país. Co mo regalo de despedida me entregó su armario, con el ruego de que fuera yo quien mostrase sus aventuras. Silencio, se abren puertas y cajones. El armario de Mario nos muestra sus secretos.
Este espectáculo ha sido diseñado siguiendo los cánones de los espectáculos de magia de cerca: una mesa en la que suceden cosas; alguna silla junto a ella, para que pueda haber testigos excepcionales; una cámara y una pantalla de proyección, para que los de atrás aprecien los detalles; luces, músicas...
Encanto. Mucho encanto. Y objetos cotidianos, periódicos, recuerdos... Un armario... Vida... Porque de eso se trata, de dar vida a las emociones, de dejar que la fantasía se apodere de nosotros. Una definición atractiva para no perderse la propuesta de Fernando Saldaña.
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